Por Antonio Mateos en Nicalia
31 de agosto de 2017
Las blacklists no son otra cosa que bases de datos con direcciones IP. Estas IPs han sido agregadas a ellas ya que se ha detectado envios masivos de correo no solicitado desde ellas.
Son usadas por los servidores de correo a nivel mundial para determinar si un correo es aceptado o denegado. Básicamente las blacklists son una herramienta para evitar el spam.
No hay modo de saber, si el correo enviado desde una IP es voluntario o fue enviando sin consentimiento. Suele darse el caso, que equipos infectados con algún malware estén usando su IP para el envío masivo de correo. También puede ocurrir que se haya inyectado código malicioso a un sitio y esté enviando correo masivo desde el.
Existen muchos servicios en línea que te permiten consultar tu IP y determinar si esta ha sido añadida a alguna lista negra, solo debes ingresar tu IP en cualquiera de estos servicios para determinarlo. Acá te dejamos solo algunos de ellos, pero existen muchos más.
Este último es bastante recomendable ya que chequea en una gran cantidad de listas.
Pero ¿qué ocurre si efectivamente consigues tu IP en una de estás listas?
Si tu no has enviado correo masivo y encuentras tu IP en una de estas listas, lo primero que debes hacer es encargarte del malware, el script malicioso o cualquiera causa que haya generado que tu IP fuese agregada a la blacklist, ya que si no eliminas la causa es muy probable que vuelvas a ser agregado a futuro.
Una vez que determines en cuales listas negras has sido incluido, debes ingresar a los sitios oficiales de cada una y solicitar expresamente que tu IP sea removida de la lista negra, normalmente en las herramientas donde compruebas si estás o no en alguna lista, se proporciona la URL de la lista.
La primera recomendación parece obvia, pero es tan obvia que muchas veces la pasamos por alto.
Es importante que si tiene listas de correo o boletines informativos, sus receptores estén claros de que están suscritos a su boletín porque ellos así lo decidieron y que no están obligados a recibirlo si no lo desean, por lo tanto, en sus correos establezca claramente un medio para que sus receptores puedan eliminar su suscripción a la lista o boletín. Esto evitará que sus receptores marquen su correo como spam, lo que la larga podría causar que fuese agregado a alguna lista negra.
Muchos filtros antispam utilizan el texto en el asunto y el cuerpo del mensaje como una variable importante a analizar para determinar si un mensaje es o no spam. Por ejemplo palabras como “viagra”, “gratis» y «sales» es más probable que sean catalogadas como spam.
Como ves, estar en una lista negra de correos no es un mal sin remedio y siguiendo estas sencillas recomendaciones podrás evitarlas, sin embargo en Nicalia efectuamos un monitoreo constante de tu IP en las blacklists más importantes y te deslistamos de forma proactiva, de esta manera te aseguramos un servicio de correo óptimo y constante.